Izquierda Unida-Verdes de Yecla denuncia que Vox presentó para su debate en el último pleno ordinario una moción que califican como "racista" y que "fue un ejercicio de odio hacia las personas que han nacido en otros países". Moción que no fue aprobada porque, según comentan, "de lo discriminatoria que era hasta el Partido Popular se escandalizó y la tuvo que enmendar completamente para evitar que el disparate fuera a más". Asimismo, señalan que "no solo era racista, si no que además muchas de las propuestas contenían aporofobia; es decir, discriminación y odio hacia las personas pobres o con menos recursos".
Desde la formación de izquierdas indican que la propuesta del partido ultra "era una sucesión de barbaridades más propias de la época de la dictadura que de la democracia actual". En ese sentido, precisan que la ultraderecha identifica delincuencia con inmigración cuando "es mentira que haya una correlación estadística y lo cierto es que los españoles delinquimos lo mismo que las personas que provienen de otros países". Además, recuerdan que "la población de Yecla ha crecido en los últimos años gracias a la inmigración, nuestra economía se está dinamizando y, sin embargo, la delincuencia convencional ha bajado en nuestra localidad".
En el partido sostienen que las peticiones que hizo Vox ante el pleno vulneran la Constitución, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y multitud de tratados internacionales, entre otras normas. Así destacan que, "entre otros disparates, Vox pedía la retirada de la financiación a organizaciones como Cruz Roja o Cáritas, la expulsión inmediata de cualquier inmigrante aún estando amenazado de muerte en sus países, la discriminación según el color de la piel para el acceso a ayudas y la ocurrencia de perseguir a cualquier español que dé techo a inmigrantes".
Alberto Martínez, portavoz de IU-Verdes, comenta que "Vox es un partido profundamente racista y en el último Pleno lo demostró". En ese sentido, indica que "las ideas de Vox hasta hace muy poco eran marginales porque son las ideas que provocaron la peor guerra que ha vivido la humanidad". Sin embargo, comenta que "el discurso de odio que difunden está calando cada día en más gente y todos los demócratas tenemos el deber de combatirlo sin miedo". Finaliza señalando que "es una vergüenza que el Pleno tuviera que debatir en pleno siglo XXI una propuesta racista y que no cabe en ninguna democracia, ya que la democracia se basa en la igualdad de todas las personas sin distinción de ninguna clase".