En el PP, junto con Vox, esperaban que la manifestación contra el gobierno de Sánchez fuera multitudinaria, y sobre todo, un punto de inflexión para un Partido Popular que ya no es lo que era y que está en horas bajas viendo cómo la oposición se le acerca.
No solo porque no cuente con un liderazgo fuerte y carismático, sino porque está perdiendo paulatinamente apoyo social debido a una gestión municipal pésima, como ya se vio en las pasadas elecciones municipales.
A la manifestación han ido pues eso, familiares de los políticos, amigos, y poco mas. El PP no cuenta con el respaldo social que tenía antes, se preguntarán porqué. Pues porque no puedes liderar ninguna manifestación cuando tienes el pueblo lleno de basura, básicamente, y porque no estás legitimado a demandar nada cuando eres incapaz de escuchar a los tuyos.
Yecla está más sucia y descuidada que nunca. Y encima tenemos que presenciar como se gastan el dinero público en comprar ruinas por una millonada cuando se podría destinar a la limpieza y a la mejora de las calles. Todos tenemos la sensación de que aquí nunca pasa nada, no se mejora nada, nada cambia, 28 años de inmovilismo, Yecla necesita un gobierno con ambición y que no funcione por inercia.
La gestión del gobierno municipal es, cuanto menos, polémica. Seguramente esta manifestación haya sido orquestada desde Murcia, porque si fuera por la alcaldesa, no habría hecho nada, ya que su audacia política y sus dotes comunicativas brillan por su ausencia.
En Murcia, el Señor Ortuño Soto, se habrá dado cuenta de que el PP ya no es lo que era, ese monstruo atrapa votos, ese partido que representaba a la inmensa mayoría, de derecha a izquierda, con un liderazgo carismático. Ahora se ha quedado en triste amigo de la ultraderecha y poco más.