Izquierda Unida-Verdes ha presentado, para su debate por el Pleno el próximo lunes, una propuesta dirigida a evitar la instalación de cañones antigranizo en Yecla.
Desde la formación de izquierdas señalan en su proposición que los cañones antigranizo han aparecido en multitud de puntos de la geografía española, también en la zona del Altiplano. En ese sentido, defienden que son un problema y que provoca muchas molestias vecinales por el ruido en los lugares en los que se instala, sobre todo en primavera y otoño que son las épocas en las que más tormentas hay.
Desde la Confederación Hidrográfica del Segura se ha comunicado en los últimos meses que no iban a autorizar dichas máquinas. No obstante, desde el partido indican que, según la Agencia Estatal de Meteorología y la Organización Mundial de la Meteorología, dichos sistemas no sirven para reducir el granizo y no tienen una influencia sobre el ciclo del agua. Por lo tanto, creen que su regulación puede no depender del organismo de cuenca y, además, señalan que "en los últimos años hemos podido comprobar que confiar en la Confederación tiene resultados inesperados porque es un organismo en las que sus decisiones dependen de intereses políticos y económicos cambiantes".
No obstante, denuncian que dichos sistemas "no son inocuos porque producen una gran contaminación acústica en kilómetros a la redonda del lugar en el que se instalan". En ese sentido, desde IU-Verdes recuerdan que, según la legislación estatal y autonómica, la regulación del ruido y la tarea de proteger a los ciudadanos y ciudadanas de la contaminación acústica es de los municipios. Por ello, han solicitado al Pleno que se reforme la Ordenanza para la Protección del Medio Ambiente contra las Perturbaciones por Ruidos y Vibraciones de Yecla "para impedir que cualquier empresa llene el término municipal de Yecla de estos ruidosos aparatos".
Alberto Martínez, portavoz de IU-Verdes, comenta que "cada vez hay más aparatos de este tipo, incluso en los últimos episodios de tormentas se han podido escuchar detonaciones de cañones desde el propio casco urbano de Yecla". Ello indica que "se materializa en que es muy difícil vivir cerca de uno de estos aparatos y en que causa grandes molestias a la fauna silvestre". En ese sentido, señala que "hay que evitar que una máquina que, según la literatura científica, no tiene ninguna utilidad contamine acústicamente nuestros parajes e incluso la ciudad".