Se ha convertido ya en una tradición, se ha convertido en una nueva costumbre de la ciudad de Yecla, el Partido Popular gana las elecciones municipales, una vez más, sea quien sea el candidato, sea el año que sea.
Otra tradición de esta ciudad es que el PSOE quede segundo sin posibilidad de gobernar, pues esto les lleva sucediendo desde el año 1995, fecha del primer gobierno del Partido Popular con mayoría absoluta, y fecha también del final del último gobierno progresista que ha tenido Yecla en esta democracia.
Pero centrándonos en la actualidad, ¿Qué le sucede al PSOE?
El partido no levanta cabeza desde el año 2015, año, por otra parte, en el que obtuvieron el peor resultado en unas elecciones municipales, 4 concejales, su mínimo histórico en Yecla, debido principalmente al auge de un nuevo partido, como fue Ciudadanos, y a la subida en votos de IU-Verdes Yecla.
Pero 2016 no fue mejor, porque pasado medio año de legislatura, el 19 de enero de 2016, 2 de sus 4 concejales, Salvador Santa Puche y Encarnación Pérez, se dieron de baja del partido y pasaron a ser concejales no adscritos, dejando así al PSOE, de ser el partido líder de la oposición, a ser la última fuerza en el pleno del Ayuntamiento, ya que, el PP tenía 11 concejales, IU-Verdes 3, Ciudadanos 3, PSOE 2, y 2 no adscritos en el grupo mixto.
Los 2 concejales fugados justificaron su marcha diciendo que el PSOE de Yecla humilla a sus candidatos, desprecia a sus votantes, y es intolerante. También debido a que la gestora que se ocupaba en ese momento del partido, obligó a votar en blanco hacia su propio candidato (Salvador Santa) en el pleno de investidura de alcalde.
La situación no mejoró después, cuando Salvador Santa se fue a China a trabajar sin renunciar a su acta de concejal. Santa, que llegó a afirmar: '' Si alguien del PSOE quiere el acta, que venga a China a por ella.'', parece no comprender uno de los fundamentos básicos de la democracia, que es, el pueblo elige a unos representantes, y esos representantes harán lo posible por satisfacer las demandas y las peticiones que el pueblo les transmita, básicamente los políticos son servidores públicos, y a Salvador Santa pareció darle igual yéndose a China, sin importarle Yecla ni sus ciudadanos. Qué menos que un representante del pueblo, viva en el pueblo, o que por lo menos acuda presencialmente a los plenos y actos institucionales.
Pero cuando entonces la situación parecía empezar a calmarse de cara a dar la mejor imagen posible en la campaña electoral, la agrupación socialista decidió votar en las primarias del partido, como aspirante a la alcaldía, a Salvador López del Olmo, un alicantino que reside en Molina de Segura, que lo único que conoce de Yecla es el sector del mueble, como otros tantos foráneos.
Poner a un candidato foráneo es una estrategia que utilizan los partidos para cuando están en una situación de crisis y no tienen un recambio medianamente potable para la elección y se ven obligados a tirar de fondo de armario. Un ejemplo de ello sería Javier Maroto, del PP, vasco de nacimiento, alcalde de Vitoria y diputado por Álava, que acabó siendo senador por Castilla y León.
López del Olmo acabó renunciando a ser candidato del PSOE, mi opinión es que se fue por ser foráneo y porque este hecho perjudicaría al partido de cara a las elecciones, según él, se fue porque le impusieron poner a ciertas personas en la lista electoral, a dos meses de las elecciones municipales, dejando descabezado al partido.
Y ese descabezamiento llega hasta el día de hoy.
El PSOE se quedaba sin candidato, ni lista, ni programa, todo a dos meses de las elecciones. Acabó por presentarse Asunción Molina, con una lista llena de personas independientes que no pertenecían al PSOE, por poner un ejemplo, una de las personas que formaban parte de su lista era Inmaculada Hernández, que estuvo afiliada al PP.
Año 2020 y la situación del PSOE yeclano sigue siendo la misma, con una líder puesta de rebote en el minuto 90 de partido, sin carisma, sin protagonismo, con un perfil más bien bajo, y, sobre todo, sin posibilidad alguna de convertirse en alternativa de gobierno a corto-medio plazo.
Si a esto le sumas el hiperliderazgo carismático de Marcos Ortuño, y que tu principal competidor por la izquierda (IU-Verdes Yecla) está cumpliendo con el papel de líder de la oposición, pues se puede prever un fracaso absoluto en los próximos años que ni siquiera el ''efecto Pedro Sánchez'' parece ser capaz de arreglar, y no sería de extrañar que tarde o temprano el PSOE deje de quedar segundo, para quedar aún peor.
Por lo tanto, podemos destacar que las 2 razones por las que el PSOE de Yecla ha dejado de ganar elecciones son: la falta de liderazgo, y el propio PSOE.
"Cuando tu peor enemigo eres tú mismo"
Francisco José Puche Férriz, Politólogo y analista político por la Universidad de Murcia