Hace apenas unos días arrancó la edición 2018 de la Feria de Septiembre. Y lo hizo con un presupuesto desmesurado: 345.000 euros, IVA incluido. Muy lejos de los 217.000 euros que se pagó por esta celebración en 2017 y a años luz de los 175.000 que se pagó en 2015, año en que actuaron OBK y Loquillo. ¿Por qué este aumento desmedido del gasto? ¿Quizá porque el año próximo hay elecciones municipales? No tenemos la respuesta, pero de lo que no cabe duda es de que se pagan cantidades desorbitadas por algunas de las actividades de la presente edición.
El gasto mayor llega de la mano de Lori Meyers, un grupo puntero dentro del indie, pero que va a costar a las arcas municipales la friolera de 72.600 euros. El concierto de Hombres G va a rondar los 50.000, Efecto Pasillo cobrará 24.000 y Míticos 70 algo más de 16.000 euros. Si lo comparamos con los precios del año pasado, vemos cómo ha crecido sobremanera el gasto.
El concierto estelar del pasado año fue el de Fangoria, que costó al Ayuntamiento 38.000 euros más IVA, es decir, cerca de 4.000 euros menos de lo que este año cuesta el segundo cabeza de cartel, Hombres G. Pero es que por Sole Giménez se pagó 9.500 euros y por Henri Méndez, cerca de 8.000. Viva Suecia y Cycle no cobraron ni 7.000 euros entre ambos. Combo Calada y Rokavieja, algo más de 1.300 euros entre ambos. Es decir, si sumamos el caché de TODOS los grandes conciertos del pasado año, cubrimos solo el caché de Lori Meyers.
¿Por qué pagar tanto por un grupo? ¿Compensa igualmente la política del todo gratis en todos los casos? ¿Sería más interesante que los espectadores que quisieran ver al grupo en cuestión pagaran una módica cantidad para que lo pudieran disfrutar de verdad? Esto ayudaría también a recuperar parte del elevado caché de este tipo de grupos sin que afectara tanto a las arcas municipales.
Asimismo, creemos que el Ayuntamiento debe apoyar más a los grupos de Yecla, pues el presupuesto destinado a los tres conciertos del pasado viernes (Yoko, Lebowsky y Ross) asciende a 1.600 euros. Un precio ridículo si lo comparamos con el de algunas actividades infantiles que vienen a nuestra ciudad y que superan los 6.000 euros o el concierto de copla, cuyo caché asciende a 2.200 más IVA. Para más inri, se ha pagado más por el desfile inaugural y la batucada, por la cartelería o por los programas de feria que por el total de grupos yeclanos.
Por otro lado, este año se pagan también alrededor de 98.000 euros en el contrato de servicios de producción e infraestructuras. El pasado año, ese contrato fue de 59.800 euros + IVA (12.558), según el propio contrato. ¿A qué se debe ese aumento de cerca de 25.000 euros?
En resumen, desde IU-Verdes apoyamos fervientemente una feria para todos los públicos y accesible a todos los bolsillos, pero no por ello vamos mirar para otro lado cuando se invierten miles de euros de todos los yeclanos y yeclanas en una serie de conciertos o actividades que no son del interés general y que supone muchos miles de euros.