El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, subrayó hoy, durante el pregón de la Semana Santa de Yecla, que ésta "es legado vivo de la Historia, que merece la pena vivir, disfrutar y sentir dentro de cada uno de nosotros", y añadió que es "cultura y tradición; pasado, presente y futuro, y pasión de los yeclanos".
Al inicio de su pregón, López Miras trasladó su agradecimiento al Real Cabildo Superior de Cofradías Pasionarias por "dejarme vivir la intensidad de una emoción que conozco y comparto", y remarcó que "pregonar la Semana Santa de Yecla es un inmenso honor y lo hago con humildad, con ojos de forastero pero corazón yeclano". Según dijo, alguien que "conoce y ama Yecla, recorre sus calles y siente su alma".
"Vamos a conmemorar la victoria de Cristo sobre la muerte, lo que da sentido a todo", dijo el presidente, quien enumeró las diversas cofradías yeclanas que desfilan en Semana Santa y destacó el sentimiento que ponen y la pasión que sienten procesionistas y nazarenos, "personas que amáis una tradición ancestral".
Explicó que las calles de Yecla son durante estos días "testigos de una historia secular, de una Semana Santa histórica", de la que se conserva noticia ya en el año 1575, cuando una veintena de cofradías contaba con la participación de todos los habitantes de la ciudad, como se le comunicaba en las Relaciones enviadas al rey Felipe II.
Esa Semana Santa "se sigue viviendo con emoción", afirmó el jefe del Ejecutivo regional, quien destacó que ésta "solo alcanza su verdadera dimensión y sólo puede ser comprendida desde su sentido real, desde una vivencia cristiana", porque, según añadió, "la Semana Santa es, sobre todo, sentimiento".
Recorrido por la Semana Santa de Yecla
El presidente repasó cada uno de los días de la Semana Santa yeclana. Se refirió al Sábado de Pasión y la llegada a hombros de la imagen del Santísimo Cristo de la Sangre y el Perdón, así como a la posterior entrada de Jesús a Jerusalén. "Es una algarabía, un bullicio que será sustituido por los motetes y el rezo del Rosario, por el sobrecogedor sonido de las cadenas en la noche yeclana cuando el Cristo de la Salud y la Virgen Dolorosa nos recuerden que ya es Lunes Santo", señaló.
Destacó que la Semana Santa "es devoción y fe, un sentir hondo que se transmite de padres a hijos; una huella que va labrándose en tu alma cuando aprendes a dar tus primeros pasos en un ambiente nazareno". Algo, que, indicó, "experimentáis en Yecla desde niños, cuando llega el Martes Santo", día en el que los más pequeños acompañan al Cristo Yacente llevando en sus mano un 'farolico'".
Farolicos que, según afirmó, son, en muchos casos, "verdaderas obras de arte que pasan de una a otra generación para ser, en las manos de los niños, señal de un semillero cofrade con inconfundible personalidad yeclana". Se refirió a ellos como "una cantera nazarena que abre las puertas a un mañana de esperanza en el que esos niños serán los protagonistas, ya hechos hombres y mujeres".
Al anochecer del Jueves Santo "recorreremos un camino que nos llevará a Getsemaní con la Oración del Huerto", dijo López Miras, quien prosiguió narrando el encuentro con la Verónica en el camino hacia el Calvario, "donde arrodillado ante la Cruz, "el 'Cristico' sabe que aún le queda por soportar lo más duro". Posteriormente, las Saetas del Silencio, y después será el momento de la Cortesía; "un rasgo característico e inigualable" de la mañana del Viernes Santo yeclano.
Se refirió al Santo Entierro, a los pasos de la Verónica, el Cristo de la Buena Muerte y la Lanzada, "que irán antecediendo al Descendimiento y, de nuevo, a la Virgen de las Angustias". Igualmente, describió el cortejo fúnebre que acompaña al cuerpo de Cristo hasta el Sepulcro, precediendo a la Madre, la Virgen de la Soledad.
Fernando López Miras aseguró que al finalizar la Semana Santa de Yecla, "deja sobre nosotros un recuerdo indeleble y profundo; en las calles, las huellas de los penitentes; en las fachadas, el reflejo de las luces de los tronos; el eco de las músicas que acompañan a la procesión, y ya el Sermón de la Soledad es la 'plática de despedida' ante la iglesia del Hospitalico".
"Pero aún nos queda fuerza para vivir lo mejor porque al amanecer, el blanco alegre de la Resurrección lo llena todo", continuó el presidente, quien se refirió al paso de la Cruz Triunfante, a San Pedro y Santa María Salomé; las apariciones a Santa María Magdalena y a Santo Tomás y la Virgen de la Alegría.
"Todos ellos testigos de la Resurrección, como los miles de yeclanos que van a asistir al Encuentro y acompañar luego a las imágenes por la Corredera y la Cruz de Piedra". Recordó también el 'Caracol' de los sanjuaneros y los romanos del Ecce Homo. En este punto, remarcó uno de los momentos más singulares de la Semana Santa del municipio, "ese el que los yeclanos ven al 'diablico' tratando de escapar al caer el manto de luto de la Virgen, hasta ser finalmente capturado".
Durante su recorrido por la Semana Santa de Yecla, el presidente resaltó la importancia y riqueza de las imágenes y tallas de singular valor, sus bordados y joyas de orfebrería, así como las músicas de muy diverso origen que se escuchan durante esos días, ya que, según aseguró, "la Semana Santa en Yecla también se escribe en un pentagrama".