El alcalde de Yecla aludió a la crisis y al número de desempleados en el municipio para justificar su incompetencia en política de personal en el mismo pleno de la corporación donde se aprobaron desproporcionadas subvenciones a entidades privadas.

El pasado martes 28 de diciembre el Ayuntamiento de Yecla celebró un pleno extraordinario donde se aprobaron convenios con distintas asociaciones con el voto a favor del grupo socialista y varias subvenciones a entidades privadas que contaron con nuestra abstención. Referente a la intervención de los sindicatos de la Policía Local tratando el RPT y la política de personal, el alcalde de Yecla Juan Miguel Benedito y su portavoz, Marcos Ortuño, aludieron a la crisis económica y al número de parados en nuestra ciudad para justificar su pésima política de empleo y personal que ha sido incapaz, a pesar de contar con una concejala de Empleo y Hacienda liberada, de sacar la RPT adelante y de llegar a un acuerdo con los representantes de los trabajadores.

Desde el no entendemos como Juan Miguel Benedito y su equipo de gobierno pretenden presentarse como guardianes y custodios de la austeridad pública cuando su pésima gestión ha supuesto un despilfarro enorme para el bolsillo de todos los yeclanos: desde estatuas que han costado 120 mil euros, la compra de terrenos por segunda vez para una escombrera que se cierra, los videos publicitarios vacíos de contenido que nos han costado 11 mil euros, la incapacidad de presentar un presupuesto, el cobro abusivo de contribuciones especiales, los miles de euros gastados en un plan de movilidad sostenible que no se aplica; el gasto de los estudios técnicos para descubrir que los pozos existentes eran insuficientes y su consiguiente política de cortes de agua... hasta las nuevas subvenciones a determinadas entidades privadas por importe de ocho y 150 mil euros, precisamente, como destacan ellos, en época de crisis.

El aludir a la difícil situación económica que padecemos y que nadie niega, es una cortina de humo para engañar a la opinión pública y ocultar la incapacidad de un equipo de gobierno para llegar a un acuerdo con sus trabajadores desde la austeridad y la realidad y, sobre todo, para ocultar el enorme despilfarro que este equipo de gobierno ha realizado y realiza con el dinero de todos los yeclanos.