En 2007 las familias murcianas adoptaron 47 niños extranjeros y 45 de la Región

Hay actualmente 257 familias en lista de espera, según reveló el consejero de Política Social

El pasado año 47 niños procedentes de distintos países fueron adoptados por familias de la Región, según indicó el consejero de Política Social, Mujer e Inmigración, Joaquín Bascuñana, durante su intervención en la apertura de la I Jornada Regional de Acogimiento y Adopción, que se celebra hoy en Yecla.

En cuanto a los datos de los últimos cinco años sobre adopciones extranjeras, el consejero apuntó que la mayoría son de China, Bolivia, Ucrania, Rusia, Nepal, India, Etiopía, Rumanía y República Dominicana. Respecto a las regionales, fueron 45 los expedientes tramitados en 2007 ante el Juzgado de Familia, y 11 en lo que va de año.

Actualmente, según Joaquín Bascuñana, el número de familias a la espera de adopción en la Región de Murcia es de 257, y el hecho de que durante el pasado año sólo se registraran medio centenar se debe a los requisitos expuestos por los futuros padres, especialmente de edad, ya que en la mayor parte de los casos se solicita la adopción de bebés.

Con relación a la acogida de menores, el titular de la Consejería subrayó la fuerte apuesta hecha por su Departamento para dar a conocer este proceso, que podría permitir a muchos pequeños tener una familia de acogida en la que integrarse, mientras la tutela de los niños corresponde a la Administración. En estos momentos, hay 1.004 niños en acogimiento familiar en Murcia, de los cuales 793 están con familiares biológicos y 211 con familias ajenas, mientras que el resto, 241, se encuentran en los centros residenciales de acogida, dependientes de la Dirección General de Familia y Menor.

También se refirió Joaquín Bascuñana al nuevo decreto regional sobre regulación de la adopción de menores, aprobado hace unos meses, y que, a su juicio, permite realizar la solicitud en dos países a la vez; establece la igualdad de condiciones entre las familias formadas por parejas, matrimonios o núcleos monoparentales; e impide discriminar a los menores por razón de sexo u otras motivaciones ligadas a su origen. Se pretende, en definitiva, que el proceso sea avalado por la transparencia y la seguridad jurídica.

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